Tremor Teatro, cuando la adversidad se convierte en oportunidad

Patrícia Moreira fundó Tremor Teatro justo el año en que una pandemia hizo bajar el telón y apagar los reflectores en todo el mundo. Una decisión y unas ayudas transformaron su carrera de la mano del programa Iberescena. Esta es la historia de esta actriz portuguesa de 32 años.

Tremor Teatro, cuando la adversidad se convierte en oportunidad
Representación de la obra Fogo Fátuo en Galicia. Foto: ©Pablo Garrido

La pandemia COVID demostró a la actriz y directora teatral Patrícia Moreira (Lisboa, 1990) que detrás de una adversidad también se encuentra la oportunidad. En enero de 2020, sin sospechar que un virus cambiaría por completo el mundo, fundó Tremor Teatro, un emprendimiento cultural que da vida a “Fogo Fátuo” (Fuego Ardiente), una obra teatral que, a través de música, danza, ritual y movimiento, muestra la importancia del café en la vida de portugueses, gallegos y brasileiros en la segunda mitad del siglo XIX.

La artista llevaba tiempo trabajando en esta obra y como todo nuevo proyecto, Fogo Fátuo vio la luz con la idea de crecer poco a poco desde Portugal y eventualmente cruzar la frontera hacia España. Pero la COVID y el destino tenían otros planes para el “fuego ardiente” de esta joven actriz y directora teatral.

Dos meses después de iniciar Tremor Teatro, los telones bajaron, las salas de teatro se vaciaron y el mundo entero vivió el apagón cultural más grande de la historia. Las industrias culturales y en especial a las artes escénicas donde la presencialidad es seña de identidad, se vieron duramente afectadas.

Parecía que el fuego ardiente de Patrícia se apagaría irremediablemente. Como tantos otros artistas, intentó sobrevivir como pudo ese año negro para la cultura. En junio de 2020 vio la convocatoria del Fondo de Ayuda para las Artes Escénicas Iberoamericanas (Iberescena), que incluía una línea de apoyo para la coproducción de espectáculos y no dudó en presentar su proyecto.

Un año antes, en 2019, su país se convertía en el miembro más reciente de Iberescena. Con el ingreso de Portugal, se abría la puerta para que artistas lusos accedieran a las ayudas el año siguiente.

“Si no hubiera sido por la pandemia, yo no habría sacado tiempo para participar en la convocatoria de Iberescena”, confiesa Patrícia en entrevista con el Portal Somos Iberoamérica, al recordar el momento en que una decisión lo cambió todo.

Iberescena, un punto de inflexión

Paradójicamente fue precisamente en ese momento de telones bajados y luces apagadas cuando la llama de ese “Fogo Fátuo” (Fuego Ardiente) revivió para cruzar las fronteras hacia España y el Atlántico hasta Brasil.

Ganar la convocatoria de Iberescena permitió a Patrícia internacionalizar un proyecto que en un primer momento estaba pensado solo para Portugal y convertirlo en una coproducción con artistas españoles, portugueses y brasileiros de la mano de la compañía gallega Limiar Teatro y la carioca Boccaccione.

“Si no hubiera sido por la pandemia, yo no habría participado en la convocatoria de Iberescena”.

“Iberescena me abrió la posibilidad de construir redes de relaciones con artistas de tres países y dos continentes. Fue un momento importante para una compañía que empezaba como la mía”, relata la artista portuguesa en un impecable español.

Pero ¿cómo montar un proyecto escénico con tales restricciones de movimiento y presupuesto? Había que agudizar el ingenio y echar mano de la tecnología. Y así lo hizo. Gracias a que Iberescena facilita que los proyectos puedan desarrollarse a distancia, toda la participación de la compañía brasileña fue digital. “Fue un desafío inmenso porque el lenguaje teatral está pensado para la presencialidad”, explica.

“La pandemia nos enseñó que es posible crear nuevas formas artísticas y trabajar de la mano de la tecnología, combinando lo presencial con lo virtual”, recuerda la actriz al reflexionar que en ocasiones las dificultades no son un obstáculo, sino una guía para cambiar el camino.

Un “temblor” que estremece

En portugués, “Tremor” significa temblor, un estremecimiento producido por un estímulo que saca de lo terrenal para transportarnos a una experiencia espiritual.  Ese estremecimiento hace viajar con la mente y con el cuerpo hacia una ficción que conecta con un contexto histórico y/o una reflexión sobre el mundo, destaca Patrícia al explicar el significado de su emprendimiento cultural que ella define como “una estructura de creación artística”.

“El teatro es el núcleo aglutinador de una combinación de diferentes expresiones artísticas como el cine, la fotografía, la danza, la literatura, la historia y la música”.  La actriz parte de que su proyecto busca crear una red común para diferentes disciplinas artísticas como la fotografía, escenografía, producción audiovisual y propiciar así oportunidades laborales para un sector que aún no termina de recuperarse de la pandemia.

Pero Tremor Teatro no solo propone la interacción entre diferentes expresiones artísticas, sino también entre los pueblos de la Península Ibérica y América Latina a partir de las conexiones históricas que unen a Portugal, España y los países latinoamericanos. “A través del trabajo artístico queremos alimentar una consciencia histórico y cultural de los fuertes lazos que nos unen”, afirma.

Mujeres en la cultura

Patrícia Moreira junto a la secretaria técnica de Iberescena, Zaida Rico en la sede de la Secretaría General Iberoamericana en Madrid.

En un sector con gran precariedad laboral y competitividad por los escasos apoyos económicos, las mujeres lo tienen aún más difícil, recuerda la artista como una dificultad más a la hora de crear y poner una función en pie. “De formas directas e indirectas, existe discriminación de género y machismo en nuestra profesión.

Existe discriminación y machismo en el sector cultural. Una sociedad igualitaria también se construye desde la cultura.

“Iberescena confió en mí, que soy una mujer y una artista joven que apenas empieza. Por eso puedo decir desde mi propia experiencia lo importe que es apoyar a mujeres directoras, actrices y artistas, porque una sociedad igualitaria también se construye a partir de la cultura”.

Por ello, desde la perspectiva de una joven que empieza, la cooperación a nivel gubernamental y las alianzas público-privadas son esenciales para la renovación del tejido artístico en Iberoamérica, porque abren espacios para nuevos talentos emergentes en un espíritu de colaboración y no de competencia.

«Yo no quiero competir con mis compañeras y compañeros, sino trabajar junto a ellos. Estar con ellos y no contra ellos”, destaca.

El enfoque de los programas de cooperación iberoamericana como Iberescena, Ibermedia o Ibermúsicas, que fomentan la co-creación es vital porque “nos permiten aprender unos de otros en lugar de competir ferozmente por unas ayudas”. Cuando se tiene un apoyo económico a un proyecto o a una estructura artística, se trabaja con mayor libertad para crear juntos, explica.

Yo no quiero competir con mis compañeras y compañeros, sino trabajar junto a ellos. Quiero estar con ellos y no contra ellos.

Las autoridades iberoamericanas, asegura, deben apostar más decididamente por la cultura como herramienta de cambio social, como una forma de mover consciencias.

“La cultura puede cambiar el mundo porque ayuda a transformar formas de pensar. Si una sola persona que asiste a mi espectáculo reflexiona y cambia su forma de pensar ya he cambiado un pedacito de mundo”. Por eso, concluye Patrícia “invertir en cultura y en nuevos talentos, es apostar por el largo plazo, por la convivencia, por sociedades abiertas, sembrar paz ahora que tanta falta hace”.  Al finalizar una inspiradora conversación con el Portal Somos Iberoamérica, Patrícia Moreira, la actriz que convirtió la adversidad en oportunidad, deja este mensaje.